En el post del día 25 de marzo os contamos cómo se monitorizan las cuevas de cría de Cabo Blanco, mediante cámaras de videovigilancia, con las que se consigue un seguimiento preciso de la colonia, continuado y a tiempo real. Sin embargo esta metodología sólo se ha podido aplicar en este lugar, donde se dan unas condiciones muy particulares de morfología de las cuevas y existe la posibilidad de instalar una sala de monitores sobre el acantilado. En el resto del área de distribución de la especie, las condiciones suelen ser bien distintas y ha sido preciso buscar alternativas.

En nuestro caso, la historia empezó cuando hubo que determinar la distribución de las focas al norte de las cuevas de cría, en zonas remotas y de difícil acceso. El primer paso fue hacer un estudio de hábitat e inventariar las cuevas de mayor interés. Luego fue preciso buscar una metodología para monitorizar esas cuevas.

Así en el año 2008 empezamos a utilizar equipos de fototrampeo. El primer problema fue que las lentes de las cámaras se ensuciaban y quedaban inutilizadas poco tiempo después debido al espray marino y a la arena arrastrada por los fuertes viento de la zona. Para solucionarlo, desarrollamos un sistema automático que limpia las lentes de forma periódica.

En el año 2012, la Fundación CBD-Hábitat y el Servicio Parque Natural de Madeira (SPNM) comenzaron a trabajar juntos para mejorar el sistema de fototrampeo desarrollado en Cabo Blanco y adaptarlo a las condiciones específicas del archipiélago de Madeira. Esta colaboración recibió un fuerte impulso en 2014 con la aprobación del proyecto LIFE 13 NAT/ES/000974 cuyo objetivo principal es establecer un sistema de vigilancia del estado de conservación de la foca monje en el archipiélago de Madeira. Aquí el uso de sistemas de fototrampeo se contempla como una herramienta esencial para hacer el seguimiento y control de la población de focas y de su hábitat terrestre.

En estos años, la metodología se ha mejorado notablemente. Los equipos electrónicos se han protegido en cajas estancas, capaces de aguantar inmersión en agua marina sin sufrir daños. Se ha incorporado el uso de flash infrarrojo negro, que permite visualizar a los animales en cuevas que casi siempre son totalmente oscuras, sin causarles ninguna molestia.

La autonomía actual de funcionamiento de los equipos es de unos 10 meses, en los que se realizan fotografías a intervalos regulares de tiempo (1 foto/hora) de modo que se obtiene un muestreo regular de la actividad de focas en las cuevas.

Hace unos días hemos terminado una campaña con el SPNM en el ámbito del proyecto LIFE.

 

Una vez más, estamos muy contentos por los resultados. Se han sustituido las cámaras instaladas durante el verano de 2014 en las islas Desertas y se han instalado nuevos equipos.

 

A lo largo del verano se prevé ampliar el seguimiento a otras cuevas de interés para las focas en las islas desertas y en la isla principal de Madeira. Seguidamente, durante el invierno será necesario retomar el análisis de muchos miles de fotos y volcar la información en bases de datos. De ahí se podrá obtener información valiosísima, como el patrón de uso de cada una de las cuevas, identificación y catalogación de los individuos de la población, obtención de los principales parámetros demográficos, posibles impactos humanos, etc

Las fotos que se muestran en este blog son fruto de la financiación del proyecto LIFE y del ambicioso trabajo desarrollado por el SPNM y CBD-Hábitat. Hay muchas más cómo estas. Son imágenes que van a proporcionar mucha información y que nunca se habían podido obtener en estas cuevas antes del año 2012.

Queremos compartirlas, no sin un cierto punto de emoción, con todos vosotros.