En Enero de 2015 escribimos un post en este mismo blog presentando el marcaje de ejemplares de foca monje en Cabo Blanco con balizas GPS-Fastloc y el interés que ello representa para la conservación de la especie. Ahora os queremos contar cómo se ha conseguido. La metodología habitual para el marcaje de pinnípedos implica la captura e inmovilización del animal para pegarle el dispositivo en la cabeza o la espalda. El impacto que conlleva este procedimiento no es asumible en el caso de la foca monje del Mediterráneo. Nosotros necesitábamos una alternativa que no implicase molestias, ni riesgos para los ejemplares. La solución resultó completamente innovadora y consistió en la colocación de una pulsera en el tobillo de una aleta trasera del animal. Y lo más importante: esta pulsera se coloca mientras el animal duerme, sin que se dé cuenta. Para ello hace falta mucha experiencia en el manejo de estas focas, pero el resultado es asombroso y no conlleva impacto. Pero, ¿Cómo se obtienen las localizaciones GPS? Primero aclarar que cuando el animal está en el agua, mantiene las aletas sumergidas. En estas condiciones, la baliza no puede comunicar con los satélites. Sin embargo, antes de cada inmersión, la foca da un impulso en el que la aleta sale del agua durante unas décimas de segundo y en ese breve periodo de tiempo la baliza obtiene la localización GPS. Después, cuando la foca retorna a la cueva, la información se descarga automáticamente en una Estación Base. ¡Ya lo tenemos! Las pulseras llevan incorporado un TDR (Registrador de Tiempo y Profundidad) que proporciona unos datos muy precisos sobre el patrón actividad y comportamiento que desarrolla el animal en cada momento. La información del TDR y del GPS-Fastloc se complementan, de forma que podemos conocer no sólo dónde van las focas, sino además qué es lo que hacen en cada uno de esos lugares. En otro post os contaremos cosas muy interesantes e inéditas sobre los resultados obtenidos hasta el momento.