Parte del seguimiento que se hace en los 144 km de costa al norte de la reserva consiste en la colocación de las cámaras de fototrampeo. Su misión es muestrear enclaves estratégicos, cuevas y playas, de la costa para detectar su uso por las focas.

Durante 2014 han trabajado 8 cámaras que han realizado 54535 fotografías totales, de las cuales, 27057 diurnas han sido válidas para el análisis. Las cámaras han trabajado una media de 291.75 días, dando un rendimiento promedio del 81.81% de los días del año. La efectividad fotográfica ha sido del 46%. Esto último pone en evidencia las duras condiciones en las que trabajan las cámaras, produciéndose averías frecuentes.

Pese a que aún no se ha detectado ninguna foca en los enclaves muestreados, los agentes de conservación sí que han realizado numerosos avistamientos de focas en la zona, pero en agua. Lo que pone en evidencia que la colonia de focas se concentra en las cuevas principales dentro de la reserva como consecuencia de una alta filopatría. Esporádicamente, las focas hacen viajes al norte, fuera de la reserva. Esto indica que la zona norte puede ser un área potencial de dispersión o recolonización de la colonia de Cabo Blanco.